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Revelación de sexo del bebé: ¿es tu deseo o el de los demás?

Revelación de sexo del bebé: ¿es tu deseo o el de los demás?

Revelación del sexo del bebé-Dra. Paola Martínez

¿Te has sentido presionada para hacer una revelación del sexo del bebé solo porque “así se hace ahora”?
Cada vez más mujeres me lo comparten en consulta: no están seguras de querer hacerlo, pero sienten que, si no lo hacen, están fallando a una especie de expectativa colectiva. Como si el embarazo tuviera que vivirse para otros, para las redes, para la foto, para la reacción.

Y es que en la era de los videos virales y las celebraciones escenificadas, el embarazo ha comenzado a convertirse sin que lo notemos en un espacio de exposición pública. Pero ¿dónde queda la intimidad emocional de este momento? ¿Dónde queda tu necesidad de calma, tu derecho a elegir cómo vivir este proceso?

Desde mi experiencia como especialista en psiquiatría perinatal, he acompañado a muchas mujeres atravesando este dilema. Algunas se sienten incómodas, otras agobiadas, y muchas simplemente no saben si realmente quieren revelar el sexo del bebé o si lo hacen por presión.

Lo que te propongo aquí no es una respuesta cerrada, sino una invitación a detenerte y pensar: ¿esto que voy a hacer, nace de mí o de lo que los demás esperan?
Porque el embarazo es un proceso profundamente emocional, íntimo, transformador. Merece ser vivido con autenticidad, desde tu verdad, no desde las exigencias de una tendencia.

Tabla de contenido

La revelación del sexo del bebé: ¿celebración o presión disfrazada?

Lo que alguna vez fue un momento íntimo, lleno de emoción y conexión con la pareja o la familia más cercana, hoy se ha transformado en una especie de “evento obligatorio”. La revelación del sexo del bebé ha evolucionado desde un espacio de ternura y sorpresa, hasta convertirse en un espectáculo social, muchas veces diseñado para ser compartido en redes.

Hoy en día, pareciera que no basta con saber si será niña o niño. Hay que anunciarlo con humo de colores, globos, coreografías y reacciones ensayadas. El embarazo, lejos de ser un proceso íntimo, se convierte en una vitrina donde todo debe ser compartido, validado y aplaudido.

Pero ¿qué pasa cuando no te nace hacerlo? ¿Qué ocurre si no te sientes cómoda con esa idea? Muchas mujeres comienzan a experimentar un malestar difícil de explicar: una presión silenciosa por cumplir con lo que se espera, aunque en el fondo no se identifiquen con ello.

En consulta, lo escucho con frecuencia:

Esa incomodidad no es menor. En psiquiatría perinatal, entendemos que este tipo de presiones externas pueden generar ansiedad, culpa, e incluso una desconexión emocional con la experiencia del embarazo. Cuando se prioriza lo que otros esperan por encima de lo que tú necesitas, comienza a aparecer una tensión interna que impacta directamente tu bienestar.

Es importante hacernos esta pregunta:
¿Estoy tomando esta decisión desde el deseo auténtico o desde el miedo a no encajar?

La revelación del sexo del bebé puede ser una celebración hermosa si así lo sientes. Pero también puede ser innecesaria, o incluso estresante, si no está alineada con tu verdad emocional. Y ambas respuestas son válidas.

Como especialista en este campo, quiero que sepas que no estás en falta si decides no hacerla. No estás sola si prefieres vivir este momento en privado. Validar lo que sientes es el primer paso para proteger tu salud mental durante esta etapa tan significativa.

La carga emocional detrás de la decisión

Ansiedad en el embarazo - Acompañamiento psiquiátrico en Colombia - Dra. Paola Martínez

Las redes sociales están llenas de revelaciones del sexo del bebé que parecen sacadas de una película. Todo se ve alegre, perfecto, emocionante. Pero lo que no se muestra es lo que muchas mujeres sienten antes o después de esa publicación:

Detrás de ese momento aparentemente feliz, puede haber inseguridad, presión y mucha incomodidad emocional.

¿Y si no quieres hacerlo?

No querer hacer una revelación pública del sexo del bebé no te hace menos madre, ni menos emocionada por la llegada de tu bebé. Lo que pasa es que el embarazo ha empezado a vivirse más hacia afuera que hacia adentro. Y eso genera conflicto interno.

Algunas mujeres se sienten atrapadas entre lo que quieren hacer y lo que se espera que hagan.
Esto puede provocar:

Validación externa: una carga invisible

Muchas veces, sin darnos cuenta, empezamos a tomar decisiones para complacer. Para no decepcionar. Para no desentonar con el resto. Hacerlo “bonito para los demás” puede parecer inofensivo, pero en el embarazo —una etapa tan emocional— puede transformarse en una fuente de tensión interna.

Este tipo de presión no siempre se expresa abiertamente, pero se siente. Está en los comentarios, en las comparaciones, en las preguntas insistentes. Y cuando cedes ante esa presión, empiezas a desconectarte de lo que realmente necesitas tú.

Lo emocional también importa

Desde mi enfoque en psiquiatría perinatal, siempre lo digo: el embarazo no es solo un proceso físico. Es emocional, psicológico, profundo. Y todas las decisiones que tomes durante esta etapa tienen un impacto en tu bienestar mental.

Ignorar tus propios límites para cumplir con lo que otros esperan puede afectar:

Si algo te incomoda, si no sientes entusiasmo por compartirlo, no estás obligada a hacerlo. Ser madre no implica exponerte, ni justificar tus decisiones personales.

Tu salud mental importa.
Tu deseo de privacidad también.

Vivir tu embarazo desde la intimidad no te resta alegría; al contrario, puede fortalecer tu conexión con el bebé.

Tu embarazo, tu espacio emocional: el valor de vivirlo en calma

Revelación del sexo del bebé-Dra. Paola Martínez

Durante el embarazo, todo el mundo opina: qué comer, qué sentir, cómo vestirte, y por supuesto, qué compartir. Pero lo cierto es que este es un proceso profundamente tuyo, y solo tú puedes decidir qué te hace bien.
No necesitas justificar tu deseo de vivirlo de forma más íntima. No tienes que dar explicaciones si decides no hacer una revelación del sexo del bebé.

Tu salud emocional merece ser prioridad.
Y priorizarte no es egoísmo, es autocuidado.

Vivir desde tu verdad

Cuando hablo con mujeres embarazadas en consulta, una frase que suele aparecer es:

“Siento que estoy haciendo esto más por los demás que por mí.”

Vivir el embarazo desde tu verdad significa justamente lo contrario: actuar desde lo que tú sientes, no desde lo que otros esperan.
No se trata de ir en contra del mundo, sino de estar a favor de ti. Es elegir con libertad, aunque eso implique decir “no” a ciertas tradiciones o modas que no te representan.

No todo tiene que mostrarse

En una época donde todo se publica, parece que vivir el embarazo en privado es casi raro. Pero no lo es.
Tu embarazo no tiene que convertirse en un espectáculo.
No es una obligación compartirlo todo. No necesitas vitrina, necesitas bienestar.

Algunas vivencias ganan valor justamente porque se viven en silencio, en calma, lejos del ruido. El vínculo con tu bebé también se fortalece cuando te conectas con lo que sientes, sin interferencias externas.

La intimidad también es una forma de protección

La intimidad emocional es un refugio. Un espacio donde puedes sentir sin filtros, sin expectativas, sin comparaciones.
Decidir no exponer ciertos momentos no te aleja de la alegría de ser madre, al contrario: te permite protegerte emocionalmente y conectar con lo esencial.

Cada embarazo es único. Cada historia también.
Por eso, te invito a escucharte con honestidad y a preguntarte:

¿Qué tipo de experiencia quiero construir para mí y para mi bebé?

Y si la respuesta es vivirlo en calma, sin ruido externo, entonces esa también es una decisión valiente.

Intimidad vs. exposición: ¿cómo saber qué es lo que realmente deseas?

Una de las preguntas más frecuentes que escucho en consulta es: “¿Estoy haciendo esto porque lo deseo o porque siento que debo hacerlo?”

En una etapa tan vulnerable como el embarazo, es fácil confundir el deseo personal con la presión externa. Por eso, antes de tomar decisiones como hacer una revelación del sexo del bebé, es importante detenerse y observar hacia adentro.

Preguntas que te ayudan a aclarar

Estas preguntas pueden ayudarte a saber si tu impulso viene de un deseo genuino o de una obligación disfrazada:

  • ¿Si nadie me preguntara o esperara nada, seguiría queriendo hacer esto?
  • ¿Esta idea me emociona… o me agota?
  • ¿Estoy pensando más en cómo lo verán los demás que en cómo me hará sentir a mí?
  • ¿Qué parte de mí se está sintiendo incómoda o presionada?

Responder con honestidad te dará pistas valiosas. No hay respuestas correctas o incorrectas, solo hay coherencia emocional.

¿Estoy decidiendo por mí... o para agradar a otros?

La línea entre una decisión propia y una guiada por la necesidad de agradar puede ser muy fina, pero hay señales que permiten distinguirla:

  • Si te sientes en deuda con tu entorno.
  • Si temes decepcionar a alguien por no seguir “la tradición”.
  • Si piensas constantemente en cómo será recibido por otros más que en cómo te hará sentir a ti.

Cuando decides desde el miedo a decepcionar, la emoción deja de ser tuya y pasa a ser ajena.

Señales de que la exposición te está afectando

No todas las mujeres disfrutan de compartir cada paso del embarazo. Y eso está bien. A veces, el cuerpo dice lo que la mente aún no ha procesado.

Presta atención si:

  • Te sientes tensa cada vez que alguien menciona la revelación del sexo.
  • Tienes insomnio o ansiedad anticipando la opinión de los demás.
  • Empiezas a desconectarte emocionalmente del embarazo por el estrés de tener que “mostrar”.

Estos son indicadores claros de que la exposición pública puede estar interfiriendo con tu bienestar emocional.

Elegir desde la sinceridad emocional

Ser consciente de lo que deseas realmente es un acto de salud mental. No se trata de evitar las revelaciones ni de rechazarlas por completo, sino de preguntarte:
¿Esta decisión se alinea con lo que necesito hoy?

Si la respuesta es sí, hazlo desde tu emoción auténtica.
Si la respuesta es no, elige la intimidad con la misma firmeza.
Ambas opciones son válidas cuando están en sintonía contigo.

Tomar decisiones desde tu calma: una guía práctica

Revelación del sexo del bebé-Dra. Paola Martínez

Cuando estás embarazada, cada decisión parece tener una lupa encima. Hay opiniones, comparaciones, sugerencias y comentarios constantes. Pero en medio de todo ese ruido externo, detenerte a escuchar tus emociones puede marcar una gran diferencia.

Antes de decidir, respira y siente

Una decisión importante —como hacer o no una revelación del sexo del bebé— no debería tomarse desde la presión ni la prisa.
Frenar es un acto de autocuidado. Escucharte sin juzgarte es un acto de conexión contigo misma.

Pregúntate:

  • ¿Qué necesito emocionalmente en este momento?
  • ¿Esta decisión me da paz o me genera tensión?
  • ¿Estoy tratando de complacer, o de proteger mi bienestar?

Tu respuesta honesta será la guía más confiable.

Estrategias para decidir desde tus necesidades reales

Hay formas sencillas y efectivas de alinear tus decisiones con lo que verdaderamente sientes. Aquí algunas recomendaciones desde mi práctica clínica:

  1. Escribe lo que sientes. A veces ponerlo en palabras ayuda a ordenar pensamientos y emociones.
  2. Habla con alguien de confianza. Pero asegúrate de que esa persona no te juzgue ni trate de convencerte.
  3. Visualiza ambos escenarios. ¿Cómo te sientes con la idea de compartirlo públicamente? ¿Y con mantenerlo en la intimidad?
  4. Recuerda que puedes cambiar de opinión. No todo tiene que estar definido desde el inicio.

Estas estrategias te permiten decidir desde tu verdad y no desde el miedo a defraudar.

Comunicar tu decisión con empatía y firmeza

Puede que decidas no hacer una revelación, pero eso no significa que los demás lo entiendan de inmediato. Lo importante es que tú tengas claridad. Y que comuniques tu decisión con tranquilidad.

Puedes decir algo como:

  • “Para mí este momento es muy íntimo, y prefiero vivirlo en privado.”
  • “Agradezco el entusiasmo, pero elegí no hacer una revelación pública porque me hace sentir más tranquila.”

No tienes que justificar más allá de lo que te haga sentir cómoda.
La firmeza no está reñida con la empatía. Puedes poner límites sin herir, y ser honesta sin ser agresiva.

Normalizar el deseo de intimidad

Vivimos en una época donde parece que todo debe mostrarse, celebrarse y compartirse. Pero lo íntimo también es valioso.
No todo lo que se vive tiene que verse.
El embarazo es una experiencia única, y no necesita validación externa para ser real o significativa.

Elegir no compartir públicamente el sexo del bebé no te aleja de tu maternidad. Te acerca a tu bienestar. Y proteger tu espacio emocional es tan importante como cuidar tu salud física.

¿Por qué Paola Martínez es una guía confiable para acompañarte en este proceso?

Dra Paola Martinez - Psquiatra Perinatal en Bogotá

He acompañado a muchas mujeres que atraviesan el embarazo con dudas, emociones intensas y decisiones que no siempre son fáciles de tomar. Mi enfoque se basa en el respeto profundo a la autonomía de cada mujer, la validación emocional como parte esencial del cuidado, y la convicción de que cada embarazo es único y merece ser vivido desde la verdad personal.

Busco ayudarte a encontrar respuestas calma, empatía y contención profesional. Si estás sintiendo presión por hacer una revelación del sexo del bebé que no resuena contigo, quiero que sepas que no estás sola. Estoy aquí para ofrecerte un espacio seguro, donde tus emociones tengan lugar y tus decisiones sean respetadas.

Preguntas frecuentes sobre la revelación del sexo del bebé

Porque es completamente válido que no todas las mujeres se sientan identificadas con ese tipo de celebraciones. La incomodidad puede ser una señal de que hay algo en ese formato que no conecta con tu experiencia emocional, tus valores o tu necesidad de intimidad. Escuchar esa incomodidad es el primer paso para tomar decisiones alineadas contigo.

La presión social puede generar ansiedad, inseguridad y una sensación de no estar a la altura de lo que “se espera” durante el embarazo. Cuando la decisión de hacer una revelación del sexo del bebé viene motivada por el deseo de complacer a otros, y no desde tu deseo genuino, puede afectar tu tranquilidad emocional y hacer que vivas ese momento con estrés en lugar de alegría.

No. Compartir el sexo del bebé es una elección personal, no una obligación. Puedes decidir compartirlo solo con tu círculo íntimo, o incluso no compartirlo en absoluto si eso te da paz. Lo importante es que la decisión refleje lo que tú necesitas emocionalmente, no lo que se espera socialmente.

Pregúntate cómo te sentirías si nadie opinara o esperara nada de ti. Si al imaginar que la decisión es solo tuya sientes alivio o tranquilidad al no hacer la revelación, probablemente estabas respondiendo a una presión externa. Si, en cambio, te emociona organizarlo y compartirlo, puede ser un deseo genuino.

Por supuesto. De hecho, muchas parejas eligen vivir ese momento en privado, como una experiencia íntima y significativa para ellos. La revelación del sexo del bebé no necesita audiencia para ser especial. La conexión emocional que tengas con ese momento es lo que realmente importa.

Expresar tu decisión desde la claridad y el respeto es suficiente. Puedes decir que has decidido vivir ese momento de forma privada porque es lo que te hace sentir más tranquila. No necesitas justificarte más allá de eso. La culpa aparece cuando sentimos que estamos defraudando a otros, pero priorizar tu bienestar nunca debería verse como una falta.

Claro que sí. Puedes celebrar a tu bebé de muchas maneras que sean significativas para ti: una carta, una ceremonia íntima, una conversación especial con tu pareja o familia cercana. No se trata de eliminar el momento, sino de adaptarlo a tus necesidades emocionales.

Puedes cambiar de opinión. Estás en tu derecho. El embarazo es una etapa emocionalmente cambiante, y es natural que tus decisiones se ajusten a cómo te vas sintiendo. Explica tu cambio con sinceridad y sin culpa. Las decisiones auténticas, aunque no sean populares, siempre son las más sanas emocionalmente.

No necesariamente. Todo depende de cómo y por qué la haces. Si la revelación nace de un deseo genuino y no te genera estrés, puede ser un momento bonito y significativo. Pero si te genera ansiedad, preocupación o te sientes obligada, sí puede interferir con tu tranquilidad y conexión emocional.

Esa es una excelente opción para muchas mujeres. Puedes vivir ese momento de forma especial y privada, sin necesidad de exposición pública. Lo importante es que tú te sientas cómoda con la forma en la que eliges compartir —o no compartir— ese momento. La intimidad también es una forma válida de celebración.

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Dra Paola Martinez

Dra Paola Martinez

Psiquiatra Perinatal

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