Salud mental en madres en el periodo perinatal: cuídate hoy
Cada 6 de mayo celebramos el Día Mundial de la Salud Mental Materna, también conocido como Día de la Salud Perinatal. Esta fecha no es simplemente simbólica: es una invitación urgente a hablar en voz alta sobre algo que históricamente ha sido silenciado o minimizado. Es el momento perfecto para visibilizar lo que muchas mujeres sienten, pero pocas se atreven a expresar: la maternidad, en especial durante el embarazo y el postparto, puede venir acompañada de desafíos emocionales profundos.
Soy Paola Martínez, médica psiquiatra con especialización en psiquiatría perinatal, y desde hace años acompaño a mujeres en uno de los momentos más significativos y vulnerables de sus vidas. Desde mi experiencia clínica y humana, puedo afirmar con convicción que la salud mental en madres en el periodo perinatal no es un lujo ni una moda: es una necesidad médica real y urgente que afecta directamente a la madre, al bebé y a toda la familia.
Porque tu bienestar emocional no puede esperar a que nazca tu bebé
Todavía hay demasiadas mujeres que sienten culpa por no sentirse “felices todo el tiempo” durante su embarazo. Porque muchas creen que llorar, sentirse ansiosas o tener pensamientos negativos es algo que deben ocultar. Aún hoy, en pleno siglo XXI, miles de madres no reciben el acompañamiento profesional que necesitan.
Mi objetivo con este artículo es ayudarte a entender la importancia de cuidar tu salud mental antes, durante y después del embarazo. Aquí vas a encontrar información clara, consejos prácticos y, sobre todo, una voz profesional que te habla con empatía y conocimiento. Vamos a derribar mitos, identificar señales de alerta, hablar de prevención y mostrarte por qué contar con apoyo especializado puede marcar la diferencia.
La salud mental en madres en el periodo perinatal merece ser prioridad. Y quiero que este sea un espacio donde puedas informarte, reflexionar y, si lo deseas, dar el primer paso hacia tu bienestar emocional.
¿Qué es la salud mental perinatal y por qué debería importarte desde el primer test positivo?
Cuando hablamos de salud mental perinatal, nos referimos al bienestar emocional, psicológico y social de la mujer desde que empieza a planear un embarazo, durante toda la gestación y hasta el primer año después del parto. Este período, aunque está lleno de ilusión y cambios positivos, también puede estar acompañado de emociones intensas, desequilibrios hormonales y situaciones personales o sociales que aumentan el riesgo de desarrollar malestares mentales.
Desde mi práctica como psiquiatra, he visto cómo muchas mujeres pasan por alto su salud emocional durante el embarazo. La atención médica suele enfocarse únicamente en lo físico: los controles obstétricos, las ecografías, el peso, la presión arterial… pero muy pocas veces se nos pregunta cómo nos sentimos realmente. Y eso tiene consecuencias.
La salud mental también se gesta

La salud mental en madres en el periodo perinatal es fundamental porque no solo afecta a la mujer, sino también al bebé. Un estado emocional alterado, si no se detecta y trata a tiempo, puede interferir con el vínculo madre-hijo, afectar la lactancia, la calidad del sueño y, en casos más severos, aumentar el riesgo de depresión posparto, ansiedad o incluso psicosis perinatal.
Además, está comprobado que los bebés de madres que no reciben atención adecuada en este aspecto pueden presentar dificultades en el desarrollo emocional y conductual durante sus primeros años de vida.
El embarazo no siempre es “el mejor momento de la vida”

A veces, el simple hecho de ver el resultado positivo en una prueba de embarazo despierta emociones contradictorias: alegría, sí, pero también miedo, incertidumbre, tristeza o confusión. Estos sentimientos no te hacen una “mala madre”, te hacen humana. Lo importante es reconocerlos y saber que existe apoyo profesional para acompañarte.
Durante el postparto, los cambios hormonales, la falta de sueño, el cansancio físico y las nuevas responsabilidades pueden amplificar aún más estas emociones. Por eso, es clave que hablemos abiertamente sobre cómo nos sentimos, sin miedo al juicio, y que normalicemos el buscar ayuda.
7 hábitos que toda madre debería incorporar para cuidar su salud mental perinatal (más allá de lo que te dicen en redes)
En redes sociales abundan los consejos para “ser una mejor mamá”, pero muy pocos se enfocan realmente en lo que importa: tu bienestar emocional. Como psiquiatra especializada en salud mental en madres en el periodo perinatal, sé que no existen fórmulas mágicas, pero sí hay hábitos cotidianos que pueden marcar una gran diferencia.
Aquí te comparto los más importantes desde mi experiencia clínica, lejos de la idealización y más cerca de lo que realmente necesitas.
1. Dormir no es un lujo: es una necesidad biológica y mental
El sueño es uno de los pilares de la salud mental. Durante el embarazo y el postparto, los patrones de sueño suelen alterarse, pero es fundamental encontrar espacios de descanso reparador. No se trata de dormir ocho horas seguidas, lo sé, a veces es imposible, sino de priorizar calidad sobre cantidad. Dormir cuando el bebé duerme no es un cliché, es una estrategia de supervivencia emocional.
2. Alimentación consciente: lo que comes también alimenta tu cerebro
Muchos no lo saben, pero existe una relación directa entre la nutrición y el equilibrio emocional. Una alimentación rica en omega-3, proteínas, vegetales y frutas ayuda a estabilizar el ánimo. No se trata de dietas restrictivas, sino de nutrirte con intención, porque tu cerebro también necesita combustible para sostenerte en esta etapa.
3. Movimiento con sentido: cuerpo activo, mente más clara
No necesitas una rutina intensa de ejercicios, pero sí mantenerte en movimiento. Caminar, estirarte, practicar yoga suave o incluso bailar en casa con tu bebé en brazos puede ayudarte a liberar tensiones y aumentar la producción de endorfinas, lo que mejora tu estado de ánimo. El movimiento es un antidepresivo natural.
4. Tiempo para ti
Una de las frases que más escucho en consulta es: “No tengo tiempo para mí”. Pero ¿qué pasaría si empezaras a ver ese tiempo no como un lujo, sino como parte de tu cuidado básico? Cinco o diez minutos al día para respirar, escribir en un diario, tomar un café en silencio o simplemente no hacer nada, pueden ser un salvavidas emocional. Este tipo de autocuidado emocional no es egoísmo, es salud.
5. Rodéate de apoyo real, no solo de frases bonitas
Tener compañía no siempre significa tener contención. Necesitamos rodearnos de personas que realmente nos escuchen, que no juzguen, que estén dispuestas a estar presentes incluso cuando no sabemos cómo explicar lo que sentimos. Las redes de apoyo afectivo —pareja, familia, amigas, grupos de madres— son fundamentales. Y si no las tienes cerca, se pueden construir. No estás sola.
6. Terapia: un espacio seguro para nombrar lo que duele
A veces, hablar con alguien que no está involucrado emocionalmente es lo más liberador que puedes hacer. La terapia psicológica o psiquiátrica en esta etapa es mucho más que un tratamiento: es un acompañamiento que te permite entenderte, prevenir crisis y tomar decisiones con mayor claridad. La salud mental en madres en el periodo perinatal debe incluir espacios terapéuticos sin prejuicios.
7. Acompañamiento profesional especializado: el hábito que lo transforma todo
Este es, para mí, el hábito más importante y menos visibilizado. Acompañar la maternidad desde la psiquiatría perinatal permite no solo tratar malestares, sino prevenirlos. Como especialista, realizo evaluaciones clínicas completas, detecto factores de riesgo individuales y diseño planes de acompañamiento personalizados. Porque no todas las maternidades son iguales, y el cuidado debe adaptarse a ti.
Cada uno de estos hábitos no busca exigirte más, sino ayudarte a sostenerte mejor. Te aseguro que cuando empiezas a cuidarte, no solo cambia tu experiencia como madre, también cambia tu forma de relacionarte con tu bebé, tu entorno y contigo misma.
Mito vs Realidad: Lo que nadie te dice sobre la salud mental en madres en el periodo perinatal
Desde el momento en que una mujer anuncia que está embarazada, comienzan a llegar cientos de frases hechas, consejos no pedidos y expectativas irreales. Muchas de ellas parecen inofensivas, pero en la práctica pueden generar más presión que apoyo.
Como especialista en salud mental en madres en el periodo perinatal, veo a diario cómo estos mitos se convierten en barreras emocionales que impiden pedir ayuda o validar lo que se siente.
“Todo es hormonal”: una frase que silencia lo que realmente importa
Es cierto que durante el embarazo y el postparto ocurren cambios hormonales importantes, pero reducir cualquier malestar emocional a “algo hormonal” es minimizar la experiencia subjetiva de la mujer. No todo se soluciona con el tiempo o con paciencia. Hay sentimientos reales, pensamientos que duelen, miedos que abruman… y todo eso necesita espacio para ser nombrado y comprendido.
Cuando una madre escucha “eso se te va a pasar”, lo que también está escuchando es “no es tan importante lo que estás sintiendo”.
“Es parte de ser mamá”: ¿en serio debemos normalizar el sufrimiento?
Otro mito muy extendido es que estar agotada, confundida o al borde del colapso emocional es simplemente parte del rol materno. Pero sufrir en silencio no debería ser parte del contrato de la maternidad.
Muchas mujeres se sienten obligadas a cumplir con una imagen de madre ideal: siempre disponible, amorosa, fuerte, feliz. Y cuando no encajan en ese molde, creen que están fallando. Eso genera culpa, ansiedad, y muchas veces, aislamiento.
La verdad es que cada experiencia materna es única, y sentirte vulnerable no te hace menos madre: te hace humana.
La maternidad perfecta no existe (y eso está bien)
Vivimos en una cultura que glorifica la maternidad, pero no habla del costo emocional que implica. Las redes sociales están llenas de fotos de bebés sonrientes y mamás radiantes, pero muy pocas veces vemos el otro lado: el cansancio crónico, las lágrimas sin explicación, la sensación de no ser suficiente.
Como profesional de la salud mental y mujer, quiero decirte algo con toda claridad: romantizar la maternidad hace daño. Invisibiliza el sufrimiento de muchas madres, retrasa la búsqueda de ayuda y refuerza la idea de que pedir apoyo es un signo de debilidad.
Lo que deberíamos estar diciendo más seguido
- No estás sola.
- Lo que sientes es válido.
- No tienes que poder con todo.
- Pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad.
La salud mental en madres en el periodo perinatal comienza por romper estos mitos y permitirnos hablar desde lo real, no desde lo ideal.
Podría interesarte: Consecuencias y complicaciones de la depresión posparto
No estás sola ni tienes que poder con todo. Acompañarte en esta etapa puede marcar la diferencia entre sobrevivirla o vivirla con plenitud.
¿Qué pasa si no se atiende la salud mental perinatal? Riesgos invisibles pero reales
Como psiquiatra especializada en salud mental en madres en el periodo perinatal, una de las frases que más escucho es: “Pensé que se me iba a pasar solo”. Pero la realidad es que no atender los síntomas emocionales durante el embarazo o después del parto no solo prolonga el malestar, sino que puede tener consecuencias profundas tanto para la madre como para su entorno.
Cuando el silencio emocional se convierte en un problema clínico

No es raro que muchas mujeres normalicen síntomas que en realidad son señales de alerta. Algunos de los trastornos más comunes que pueden aparecer si no se brinda acompañamiento oportuno son:
- Depresión perinatal o posparto, que puede manifestarse con tristeza persistente, llanto frecuente, falta de energía, pérdida de interés o incluso pensamientos negativos sobre sí misma o sobre el bebé.
- Ansiedad perinatal, que muchas veces se presenta como preocupación excesiva, insomnio, ataques de pánico o sensación constante de estar en peligro.
- Psicosis posparto, un cuadro mucho menos frecuente pero muy grave, que incluye delirios, confusión, alucinaciones y que requiere atención psiquiátrica urgente.
Estos trastornos no son “una etapa” ni algo que se solucione con fuerza de voluntad. Son condiciones médicas que, si se tratan a tiempo, tienen solución y no deben vivirse en soledad.
El impacto va más allá de la madre

Lo que pocas veces se dice es que cuando una madre no se siente bien mental y emocionalmente, todo su entorno se ve afectado. La salud mental perinatal influye directamente en:
- El desarrollo emocional y cognitivo del bebé. Estudios han demostrado que los bebés de madres con depresión o ansiedad no tratadas pueden presentar más dificultades para regular sus emociones, dormir, alimentarse o establecer vínculos afectivos seguros.
- La calidad del vínculo madre-hijo, especialmente en los primeros meses, cuando el apego se construye minuto a minuto a través del contacto, la presencia y la disponibilidad emocional.
- La relación de pareja, que muchas veces se resiente por la carga emocional no compartida, la falta de comunicación o la tensión generada por el nuevo rol parental.
Prevenir es cuidar con inteligencia emocional
Según la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 5 mujeres experimenta algún tipo de trastorno mental durante el embarazo o en el primer año después del parto. Y lo más preocupante es que muchas no reciben el diagnóstico ni el tratamiento adecuado a tiempo.
Lo positivo es que la prevención sí funciona. Un acompañamiento temprano permite detectar factores de riesgo, ofrecer herramientas de contención emocional y, sobre todo, evitar que una dificultad temporal se convierta en una crisis de largo plazo.
Por eso, insisto: la salud mental en madres en el periodo perinatal debe ser parte del cuidado integral, al mismo nivel que los chequeos médicos, las ecografías o la nutrición prenatal.
La psiquiatría perinatal como aliada del bienestar: el acompañamiento profesional sí marca la diferencia
Muchas veces se piensa que acudir al psiquiatra es algo que solo debe hacerse en casos extremos. Pero en la etapa perinatal, la figura del psiquiatra especializado tiene un papel clave en la prevención, el acompañamiento emocional y la toma de decisiones clínicas que protejan tanto a la madre como al bebé. Como especialista en salud mental en madres en el periodo perinatal, mi trabajo no solo se enfoca en tratar un diagnóstico, sino en acompañar de forma integral a la mujer en este proceso de transformación física, emocional y social. Mi enfoque combina lo científico con lo humano: escucho, evalúo y propongo intervenciones que se adaptan a la realidad de cada madre. A diferencia de la psiquiatría tradicional, la psiquiatría perinatal se especializa en los cambios únicos de esta etapa, considerando aspectos como los efectos de los tratamientos durante el embarazo o la lactancia, el vínculo madre-hijo y las condiciones emocionales propias del posparto. En otras palabras, no se trata solo de “curar”, sino de cuidar. Y para mí, cada consulta es una oportunidad para ofrecer contención, claridad y herramientas reales que fortalezcan la experiencia de ser madre desde un lugar más sano y consciente.
Planificación del embarazo con enfoque mental: un paso clave que muy pocas mujeres conocen
Cuando una mujer decide que quiere ser mamá, su primera cita suele ser con el ginecobstetra. Y está bien. Pero si esa mujer tiene antecedentes de ansiedad, depresión, trastornos del ánimo o ha atravesado situaciones emocionales complejas, también debería consultar a un psiquiatra perinatal.
La salud mental en madres en el periodo perinatal empieza incluso antes de que el embarazo ocurra. En mi consulta, realizo evaluaciones previas que permiten identificar factores de riesgo individuales, revisar tratamientos actuales, y diseñar un plan de acompañamiento que minimice cualquier complicación emocional futura. Esto no solo protege a la madre, sino también al desarrollo emocional del bebé desde el inicio.
Trabajar con una historia clínica completa me permite entender a fondo la situación de cada mujer: qué ha vivido, qué la preocupa, cómo ha sido su relación con la maternidad, cuáles son sus redes de apoyo. A partir de ahí, puedo ajustar o iniciar un tratamiento preventivo y diseñar estrategias personalizadas que favorezcan un embarazo lo más saludable posible, tanto en lo físico como en lo emocional.
No se trata de anticipar problemas, sino de anticiparnos a ellos. Así como planificamos cuándo y cómo queremos embarazarnos desde lo biológico, también deberíamos hacerlo desde lo mental y emocional. Porque el cuidado comienza mucho antes de que la prueba de embarazo dé positivo.
Minimizar riesgos desde el principio: cómo la evaluación psiquiátrica perinatal anticipada protege a mamá y bebé
Cuando pensamos en prevenir, solemos pensar en chequeos físicos, vitaminas prenatales o ecografías de control. Pero pocas veces se habla de la prevención emocional, cuando en realidad puede ser la clave para vivir un embarazo y postparto más estables, seguros y conectados.
Aspecto | Descripción |
---|---|
Detectar antes de que duela |
En una evaluación psiquiátrica perinatal anticipada, el objetivo no es diagnosticar por rutina, sino comprender el contexto emocional y mental de cada mujer para actuar preventivamente.
|
Individualizar el acompañamiento | Cada maternidad es única. Por eso, el acompañamiento debe ser flexible y personalizado. Algunas mujeres necesitan contención emocional, otras ajustes terapéuticos, y muchas simplemente un espacio seguro donde ser escuchadas sin juicio. |
Proteger también es prevenir
Cuando protegemos la salud mental en madres en el periodo perinatal, estamos cuidando algo mucho más grande que solo emociones. Estamos protegiendo:
- El vínculo emocional con el bebé.
- La seguridad emocional de la madre.
- El ambiente familiar donde ese bebé va a crecer.
Actuar a tiempo no significa adelantarse a un problema inexistente, sino asegurar que, si aparece, no tome por sorpresa ni a la madre ni a quienes la rodean. Y eso, en sí mismo, ya es un acto de amor y responsabilidad.
¿Cómo celebrar el Día de la Salud Perinatal? Con conciencia, comunidad y acción
El Día de la Salud Perinatal no es una fecha más. Es un recordatorio de que, detrás de cada embarazo, hay una mujer atravesando un proceso profundo de transformación emocional. Muchas veces celebramos la llegada del bebé, pero olvidamos acompañar el viaje interno de la madre. Por eso, este día debe ser una invitación a mirar más allá de lo físico y preguntarnos: ¿cómo está realmente esa mujer que se prepara para dar vida? Celebrarlo implica generar espacios donde podamos hablar sin miedo de lo que sentimos, derribar los silencios que han rodeado la maternidad durante generaciones, y dejar de normalizar el malestar como parte inevitable del proceso. Como psiquiatra perinatal, he visto cómo pequeños gestos pueden tener un gran impacto: una conversación honesta, una consulta preventiva, una red de apoyo que escuche de verdad. Hoy más que nunca necesitamos dejar claro que la salud mental en madres en el periodo perinatal importa, y que cuidarla no es un lujo, sino un acto de responsabilidad, amor y prevención. Este día no se celebra con flores ni frases bonitas, se celebra con acciones reales que protejan y validen la experiencia emocional de cada madre, desde la planificación del embarazo hasta el postparto.
¿Por qué elegir a la Dra. Paola Martínez para acompañar tu salud mental perinatal?

Acompañar la salud mental en madres en el periodo perinatal no es solo mi especialidad, es mi vocación. Soy psiquiatra con formación específica en esta etapa de la vida, y llevo años trabajando con mujeres que buscan vivir su maternidad desde un lugar más consciente, tranquilo y sostenido emocionalmente. Escucho sin juicios, evalúo de forma personalizada y propongo estrategias que se ajustan a tu historia. Si estás planificando un embarazo, transitando la gestación o atravesando el postparto, quiero que sepas que no tienes que hacerlo sola. Cuidarte emocionalmente es una forma de protegerte y también de cuidar a tu bebé desde el amor. Si sientes que este puede ser tu momento para priorizarte, te invito a agendar una valoración. Tu bienestar también merece un lugar en esta etapa.
Preguntas frecuentes sobre salud mental en madres en el periodo perinatal
¿Cuál es la diferencia entre tristeza posparto y depresión perinatal?
La tristeza posparto, también conocida como “baby blues”, es una reacción emocional transitoria que afecta hasta el 80% de las mujeres después del parto. Suele aparecer dentro de los primeros días y desaparecer en una o dos semanas sin necesidad de tratamiento. En cambio, la depresión perinatal —que puede surgir durante el embarazo o después del parto— es un trastorno del estado de ánimo más profundo y duradero, que afecta el funcionamiento diario de la madre y requiere acompañamiento profesional. Identificar esta diferencia a tiempo es clave para ofrecer el apoyo adecuado.
¿Es normal sentir ansiedad durante el embarazo?
Sí, es común experimentar cierta ansiedad durante el embarazo, ya que se trata de un período de muchos cambios y expectativas. Sin embargo, cuando esa ansiedad se vuelve constante, interfiere con el descanso, afecta la toma de decisiones o provoca síntomas físicos como palpitaciones o dificultad para respirar, es importante buscar orientación profesional. La ansiedad perinatal puede tratarse con éxito, y cuanto antes se aborde, menor será el impacto para la madre y el bebé.
¿Cuándo debería acudir a una psiquiatra perinatal?
Se recomienda acudir a una psiquiatra perinatal en diferentes momentos: al planificar un embarazo si existen antecedentes de salud mental, durante la gestación si hay síntomas emocionales persistentes, o después del parto si se presentan cambios anímicos que afectan el día a día. También es recomendable consultar incluso en ausencia de síntomas, como medida preventiva. El acompañamiento especializado permite detectar riesgos tempranamente y diseñar un plan individualizado que facilite un proceso más saludable.
¿Cómo impacta la salud mental de la madre en el desarrollo del bebé?
La salud mental de la madre tiene un papel crucial en el desarrollo emocional, neurológico y vincular del bebé. Un estado emocional alterado no solo influye en el vínculo madre-hijo, sino también en aspectos como el sueño, la alimentación y la capacidad del bebé para regular sus emociones. Cuidar la salud mental materna no es solo un beneficio para la madre, sino también una inversión directa en el bienestar del niño desde sus primeros días de vida.
¿Puedo recibir tratamiento psiquiátrico si estoy lactando?
Sí, existen tratamientos seguros durante la lactancia. La psiquiatría perinatal está especialmente formada para evaluar el uso de medicación en esta etapa, siempre considerando los riesgos y beneficios tanto para la madre como para el bebé. Además de tratamientos farmacológicos, también se pueden implementar estrategias terapéuticas no farmacológicas. Cada caso se estudia de manera individual para asegurar la opción más segura y efectiva.
¿Las sesiones pueden realizarse de forma virtual?
Sí, las sesiones pueden realizarse tanto de forma presencial como virtual, según las necesidades y posibilidades de cada paciente. La modalidad virtual ha demostrado ser eficaz en el acompañamiento emocional perinatal, siempre que se realice en un entorno privado y seguro. Esta opción permite acceder al tratamiento desde la comodidad del hogar, lo cual resulta especialmente útil durante el posparto o para mujeres con otras responsabilidades familiares.
¿Qué sucede si nunca he ido al psiquiatra antes?
No es necesario tener experiencia previa en salud mental para acudir a una consulta. Muchas mujeres que llegan a mi consulta nunca han visto antes a un profesional de la salud mental. Mi objetivo es ofrecer un espacio de escucha, sin juicio, donde cada paciente pueda expresarse con libertad. En la primera cita, se realiza una evaluación general para conocer el contexto, los síntomas (si los hay) y elaborar un plan personalizado, ajustado a cada necesidad.
¿Cómo se aborda la salud mental perinatal sin recurrir necesariamente a medicación?
La salud mental en el periodo perinatal se puede abordar de diversas maneras. El tratamiento no siempre implica medicación. Dependiendo del caso, pueden indicarse intervenciones psicoterapéuticas, estrategias de autocuidado, modificación de hábitos, apoyo emocional, trabajo con redes de apoyo e incluso terapia familiar. La decisión sobre el uso de medicación se toma solo si es realmente necesario, y siempre considerando la etapa del embarazo o lactancia.
¿Qué tipo de síntomas deberían alertarme para buscar ayuda profesional?
Algunos síntomas que no deben ignorarse incluyen tristeza persistente, llanto frecuente, irritabilidad marcada, insomnio, cambios abruptos en el apetito, pensamientos negativos hacia una misma o hacia el bebé, ataques de pánico, sensación de desconexión emocional o la percepción de estar desbordada sin posibilidad de recuperación. Si estos síntomas persisten por más de dos semanas o interfieren con el funcionamiento diario, es importante consultar con un profesional especializado.
¿Es posible prevenir los trastornos mentales perinatales?
Sí, en muchos casos es posible prevenirlos o al menos reducir significativamente su impacto. La clave está en el acompañamiento temprano. Una evaluación psiquiátrica previa al embarazo o en etapas iniciales permite identificar factores de riesgo, fortalecer recursos emocionales y establecer un plan preventivo. La prevención no solo mejora el pronóstico clínico, sino que también facilita una experiencia materna más consciente, equilibrada y segura.