Cuando hablamos de pérdidas tempranas en el proceso de maternidad, es común escuchar términos como duelo perinatal o duelo neonatal. Entender la diferencia entre duelo perinatal y neonatal no busca poner etiquetas rígidas al dolor, sino darle nombre a experiencias distintas que pueden requerir acompañamientos específicos. Ambas situaciones son profundamente dolorosas, únicas y merecen ser atendidas con sensibilidad, respeto y contención.
Soy la Dra. Paola Martínez, médica psiquiatra especializada en salud mental perinatal. A lo largo de mi práctica he acompañado a mujeres y familias que han enfrentado distintos tipos de pérdidas, y he aprendido que cada proceso tiene su propia historia, sus propios tiempos y formas de manifestarse. Poner palabras a lo vivido no borra el dolor, pero sí puede ser el primer paso para reconocerlo, validarlo y comenzar a sanar.
¿Qué es el duelo perinatal?
El duelo perinatal es el proceso emocional que se vive tras la pérdida de un bebé durante el embarazo o en el momento del parto. Puede incluir pérdidas tempranas, como abortos espontáneos, o situaciones más avanzadas, como muertes intrauterinas a término o partos en los que el bebé nace sin vida.
Este tipo de duelo puede ser especialmente complejo porque, en muchos casos, no hay recuerdos físicos o sociales que validen la existencia del bebé, lo que lleva a algunas mujeres a sentir que su dolor es invisibilizado. Sin embargo, el vínculo con ese hijo o hija comenzó desde el momento en que fue deseado, y su ausencia deja una huella real y profunda. Reconocerlo como una pérdida significativa es el primer paso para iniciar un proceso de sanación respetuoso y acompañado.
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¿Qué es el duelo neonatal?
El duelo neonatal ocurre cuando se pierde a un bebé después del nacimiento, generalmente durante los primeros días o semanas de vida. Suele estar asociado a complicaciones médicas, nacimientos prematuros extremos o condiciones críticas que no permiten la supervivencia del recién nacido.
Este tipo de duelo puede vivirse de manera especialmente intensa, ya que muchas veces la madre y la familia han tenido contacto físico con el bebé: lo han visto, lo han sostenido, lo han nombrado. Esa breve experiencia compartida puede generar una conexión profunda que hace que la pérdida se sienta tan desgarradora como cualquier otra. A menudo, también se suman emociones como la culpa, la impotencia o el shock por haber pasado tan rápido del encuentro con la vida al enfrentamiento con la muerte.
¿En qué se diferencian el duelo perinatal y neonatal y por qué es importante reconocerlo?
Aspecto | Duelo perinatal | Duelo neonatal |
---|---|---|
Momento de la pérdida | Durante el embarazo o el parto | Después del nacimiento, en los primeros días o semanas de vida |
Vínculo físico con el bebé | En muchos casos no hubo contacto físico; el vínculo es interno y proyectivo | Suele haber contacto físico: el bebé fue sostenido, nombrado, alimentado |
Recuerdos tangibles | Pocos o ningún recuerdo físico; puede sentirse como una ausencia abstracta | Recuerdos concretos (fotos, objetos, sonidos, sensaciones) que profundizan el dolor |
Reconocimiento social del duelo | A menudo minimizado o invisibilizado | Más reconocido públicamente, pero puede ir acompañado de expectativas de “superación” |
Impacto emocional | Sensación de vacío, negación o soledad; duelo a veces no validado | Sentimientos intensos de ruptura, shock, impotencia; duelo visible pero complejo |
Ambos duelos son igualmente válidos y merecen respeto. Reconocer sus diferencias no jerarquiza el dolor, permite personalizar el acompañamiento y ofrecer una escucha más ajustada a la vivencia de cada mujer o familia. Entender qué se ha perdido ayuda no solo a sanar, sino también a nombrar el amor que sí existió, incluso en medio de la pérdida.
Si perdiste a tu bebé durante el embarazo o en sus primeros días de vida, el duelo que vives es real y merece ser acompañado.
Acompañamiento profesional para duelo perinatal y neonatal
Cada tipo de duelo —perinatal o neonatal— tiene matices emocionales distintos, y por eso el acompañamiento profesional debe adaptarse a la historia y momento de cada mujer, cada familia, cada vínculo.
En el duelo perinatal, muchas veces acompaño procesos donde ni siquiera hubo la posibilidad de sostener al bebé en brazos, y aun así el dolor es inmenso. En estos casos, trabajamos juntas en validar la pérdida, reconocer el vínculo que sí existió y crear espacios simbólicos de despedida, muchas veces necesarios para comenzar a sanar.
En el duelo neonatal, el acompañamiento puede incluir la elaboración de recuerdos compartidos, el manejo del impacto del parto o de una hospitalización traumática, y el procesamiento de emociones complejas como la culpa, la rabia o el temor a futuras maternidades. Aquí es común que la madre haya vivido un postparto en medio del duelo, lo que también requiere un abordaje cuidadoso, que tenga en cuenta su salud mental y física.
Como psiquiatra perinatal, mi labor no es dar respuestas cerradas, sino abrir espacios donde el dolor pueda ser nombrado con seguridad, donde no haya prisa por “superar” nada, y donde cada etapa del proceso sea acompañada con respeto, escucha y herramientas clínicas.
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Agenda tu cita con la Dra. Paola Martínez, especialista en duelo perinatal y neonatal
Si estás viviendo una pérdida, reciente o pasada, ya sea durante el embarazo o después del nacimiento de tu bebé, no tienes que atravesarla sola. El duelo, en cualquiera de sus formas, merece ser escuchado y acompañado con sensibilidad, sin juicios ni prisa.
Te invito a agendar una cita conmigo. Juntas podemos crear un espacio terapéutico donde tus emociones tengan lugar, donde cada experiencia sea comprendida según su historia y donde puedas comenzar, poco a poco, a darle sentido a lo que estás viviendo. Mi acompañamiento es especializado, cercano y respetuoso de cada etapa del proceso.
Estás en tu derecho de sentir, recordar, sanar y seguir adelante a tu ritmo. Estoy aquí para caminar contigo.